Este festival – ZhongQiuJié (Se pronuncia como ZhongChiuJié en español) 中秋節, también conocido como Festival de Luna se celebra el 15º día de la 8ª luna de cada año del calendario lunar chino, que generalmente cae entre el mes Setiembre o los primeros días de Octubre del calendario solar (o Gregoriano). Es uno de los festivales más celebrados, no solamente entre los chinos, sino la mayoría de los pueblos de los países vecinos. Entre los chinos, se cree que la luna llena de ese mes luce más brillante, más grande, y más redonda que los demás meses del año.
En la antigua sociedad agricultora de China, la fecha de este festival marca el cambio de clima del caluroso y lluvioso del verano al otoño profundo, el cual siempre significa que una esperada y rica cosecha se está aproximando. El aire seco y claro empieza a llenar en la atmósfera, la temperatura empieza a bajar diariamente, el rayo de sol acaricia la espalda del agricultor con un calor de plancha tibia, el cultivo en el campo con sus granos llenos empieza a provocar una oleada dorada. Todos los hombres de la familia, hasta los amigos que viven o viajan fuera del pueblo regresan a casa, ya que la cosecha del otoño ya está lista. Se ocupa mucha fuerza masculina para recoger un año de abundancia. También es hora de brindar la acción de gracias. La Mamá siempre vuela su cuchara para cocinar banquetes con incontables platos de diferentes comidas.
En la décimo quinta noche de la octava luna, después de la rica cena, en el patio amplio que pronto servirá para asolear los granos de la cosecha, la familia entera se sienta en las bancas para disfrutar la luna que ilumina las caras de cada miembro de ella; es cuando se sirve el Pastel de Luna, generalmente partido y la toronja. Los niños no se quedan quietos, desde hace días han esperado impacientemente que los mayores les fabriquen diferentes faroles para que ellos puedan llevarlos a participar a la competencia de faroles en la gran fiesta que siempre se lleva a cabo en la plaza frente al templo budista del pueblo. En ese sitio y en esa fiesta nunca faltan las danzas de dragón y de león, y la loca quema de pólvora que dura casi toda la noche.
Pastel de Luna – YueBing月餅
Es la comida típica tradicionalmente simbólica es, sin duda alguna. La mayoría de ello son pasteles de una pasta gruesa en forma redonda con rellenos dulces a base de frijol molido mezclado con otros ingredientes como nueces, picadillo de frutas secas, yema de huevo duro, pulpa de guindas, etc
El Farol Volador de Deseo 天燈 - Tian Deng
A la orilla de la laguna o del río, los papás,
junto con sus hijos, encienden para pedir la paz para toda la familia y buena suerte en la cosecha. Nadie quiere dormir en la noche y perderse de tanta alegría que traen los diversos eventos del festival.
Mitología:
La Leyenda más contada:
La antigua leyenda empezó mucho antes del legendario Emperador Yaó 堯, quien gobernó gran parte del noreste de la tierra de China (aprox. 2200 años antes de Cristo). La linda joven pareja celestial, entre Houyi后羿, el Arquero Inmortal, y Chang’e嫦, la Eternal Belleza, había vivido felizmente en el palacio celestial alrededor del Emperador Celestial 玉皇大帝. Sin embargo, por los celos que esta pareja había provocado entre otros inmortales en el palacio, fueron víctimas de calumnias que llegaron a oídos del emperador, quien finalmente expulsó la pareja a la tierra, donde el pueblo entero sufría de un desastre de sequía, porque entonces había diez soles que quemaron todos los cultivos. Como Houyi era un guerrero valiente y buen arquero derribó 9 de los 10 soles, y logró ser el ministro del Emperador Yaó. Yaó, con la bendición del Emperador Celestial, premió a Houyi con dos pastillas de eternidad para que la pareja, después de haber cumplido un rezo de un año al cielo, las tomara y pudiera volver a vivir en el cielo. Houyi, entonces, guardó las pastillas en casa para luego llevar a cabo el rezo con Chang’e.
Un día, el decimoquinto día de la octava luna, todavía no le había podido contar a Chang’e del premio, Houyi salió de viaje y dejó Chang’e sola en casa. Chang’e, sin saber nada del premio y del rezo, encontró las pastillas y las tomó inocentemente por curiosidad. Cuando regresó Houyi, ya era muy tarde. Houyi regresó a casa solo para ver Chang’e volando hacía la luna donde ella permanecería por el resto de la eternidad.
En la luna, triste y preocupada, Chang’e sí pudo escupir unos pedazos de las dos pastillas. Ella también encontró con una liebre que vivía en la luna. Entonces ella pidió a la liebre que juntara esos pedazos de las pastillas para tratar de juntar otra pastilla que se le podría dar a Houyi. Es por eso que siempre vemos una sombra de un conejo juntando pedazos en las noches de luna llena.
Y la gente en la tierra, al saber que ya Houyi había perdido a Chang’e y que había quedado muy triste todos los días, empezaron a organizarse para ayudarle. Ellos ofrecieron comidas, pasteles, frutas, y brindaron danzas de dragón y leones, encendieron faroles voladores de cielo. Todos esos para tratar que Chang’e regresara a la tierra, pero todos estos esfuerzos fueron en vano. Chang’e se queda en la luna para siempre, y Houyi en la tierra.
Otra leyenda:
De acuerdo con la leyenda muy ampliamente contada (no necesariamente apoyada por registros históricos), el Festival del Otoño conmemora el surgimiento del pueblo chino contra el régimen de los mongoles que gobernaban la China en la Dinastía Yuan元朝 (1280-1368) y el inicio del trayecto del mismo pueblo hacia el restablecimiento de un régimen chino. Bajo dicho régimen la reunión de grupos era prohibida, por lo tanto para los chinos era imposible montar planes de rebelión. Sin embargo, al darse cuenta que los mongoles no tenían costumbre de merendar el pastel con relleno dulce a base de frijoles, al Ministro Consejero Liu Bowen 劉伯溫 del entonces líder de fuerzas rebeldes Zhu Yuanzhang朱元璋 se le ocurrió la idea de coordinar el arranque del ataque militar para derrotar ese régimen extranjero con el Festival de Medio-Otoño. Consiguieron el permiso para distribuir Pasteles de Luna entre los paisanos quienes residían en la capital Beijing, simbolizando así el deseo de la longevidad para el entonces emperador mongol. Sin embargo, dentro de cada uno de los pasteles, se insertaba un pedacito de papel con un mensaje que decía: “Matemos a los mongoles en la noche del 15º día de la 8ª luna.八月拾五殺韃子”. Así en la noche del festival de la luna, los chinos exitosamente arrancaron su movimiento y eventualmente lograron de restablecer su régimen de la etnia Han 漢族, que se nomina Dinastía Ming 明朝 en el año 1368.
En realidad, la reunión de la familia en la fecha de la octava luna llena ha sido una tradición desde hace más de 2000 años. Dicha actividad ha sido mencionada incontables veces en los poemas y literatura a lo largo de la historia. Hoy en día, nos reunimos para celebrarlo, tratando de hacerlo de la manera más original posible, en una tierra lejos de nuestras raíces. Nuestra aspiración es que esta riqueza cultural, de paz, libertad, solidaridad, tolerancia, valentía junto con todas las demás tradiciones de China también pueda radicar, florecer, y fructificar en esta tierra para siempre.
Diseño:
Mimian Hsu & Mo Hsu
Set. 2011, San José
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