Paratenista compite en los Juegos Olímpicos de París 2024
Historia de superación inspira al mundo ya que el coraje deja atrás las barreras
Tatiana Gutiérrez Wa-chong
Periodista Comunidad China de Costa Rica
Con una valentía heredada de sus ancestros chinos y la fuerza de un guerrero, José Pablo Gil y su padre, Alejandro Gil, dejarán en alto a la Comunidad China de Costa Rica en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El 21 de agosto de 2016, un accidente automovilístico sacudió la vida del joven atleta costarricense.
Tenía 19 años y su futuro en el tenis prometedor. Estaba a punto de viajar a los Estados Unidos con una beca deportiva cuando la tragedia lo dejó en silla de ruedas, sin movilidad en sus piernas.
Para muchos, este incidente marcó el final de su carrera, pero para José Pablo, fue el comienzo de una nueva lucha.
La pasión de José Pablo por el tenis no disminuyó; al contrario, se transformó en una fuerza imparable.
Bajo la guía de su padre y entrenador, Alejandro Gil, quien adaptó su conocimiento en alto rendimiento para apoyar a su hijo, José Pablo encontró en el tenis en silla de ruedas una nueva forma de perseguir su sueño.
Fue un camino lleno de desafíos, con momentos de duda y desmotivación, pero con una determinación que no se rindió nunca.
Hoy, ocho años después, está listo para debutar en uno de los escenarios más emblemáticos del tenis mundial: la cancha Philippe Chatrier de Roland Garros, durante los Juegos Paralímpicos de París 2024.
Competir allí es un privilegio reservado para los grandes, y José Pablo ha luchado para ganárselo.
El próximo viernes, enfrentará al estadounidense Conner Stroud, un viejo conocido con quien ha tenido intensos encuentros en el pasado. Será a las cuatro de la mañana de Costa Rica (12 medio día de Francia).
"Me siento muy cómodo en estas canchas, venimos con tiempo para acostumbrarnos al horario, al clima, a estas canchas hermosas y a este escenario tan grande que puede jugar a favor o en contra. Creo que tengo bastantes chances de ganar este partido, así que, con toda la motivación, con todas las ganas y con toda la concentración para sacarlo adelante", aseguró.
La historia de José Pablo Gil es un ejemplo de resiliencia y perseverancia. Su camino hacia los Juegos Paralímpicos no solo es un logro personal, sino también un símbolo de esperanza para quienes enfrentan obstáculos en la vida.
“Yo además de ser ingeniero, estudié educación física con énfasis en maestrías en alto rendimiento y esto me ayudó mucho para poder desarrollarlo y salir adelante ahora estamos cumpliendo un sueño por el que hemos trabajado toda la vida. Además, Pablo está desarrollando un programa de tennis sobre ruedas que ayuda a las personas con discapacidad y ya clasificamos cuatro jugadores en los panamericanos”, dijo Gil.
El padre de Gil es descendiente chino vino a Costa Rica desde hace 60 años y su abuelo hace 80 años, eran comerciantes y todos vivían en Limón.
Esta es la segunda vez que participan en olimpiadas mundiales ya que estuvieron en Tokio.
“Dios nunca nos ha desamparado y este próximo viernes estaremos jugando el partido de nuestras vidas, luego de pasar un camino que nos ha costado mucho”, dijo.
En ese escenario donde año a año se han coronado figuras de la talla de Rafael Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer.
Alejandro Gil agradeció a sus patrocinadores: Visa, INS, Café Buena Vida, Icoder, Comité Paralímpico Nacional, Federación de Tenis y Toyota.
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