Nota redactada por: Tatiana Gutiérrez Wa-chong
Plasmar la esencia de las mujeres en las flores y lograr que la gente pueda percibir hasta el sentimiento de su perfume es lo que más ama Rosalina Con Matarrita, artista nacional y descendiente china.
Nació en Puntarenas, hija del reconocido pintor chino-costarricense, Isidro Con Wong, sin embargo, sus obras tienen una identidad propia que la caracteriza desde niña.
“Yo empecé en el arte como todos los pequeños, me gustaba en esa época agarrar los pinceles para jugar, hacía rayuela, dibujaba en la arena porque vivíamos en Puntarenas pero conforme fui creciendo mi gusto por la pintura se despertó y comencé amar los colores de la naturaleza”, aseguró la artista.
Sin embargo, nunca pensó en dedicarse a esto, pero un día su mamá Ania Matarrita Castillo le dijo por qué no expone y al principio no quería, pero después la convenció.
“Ella me organizó mi primera exposición y hasta me mandó un carro a recoger los cuadros y a la gente le gustaron muchas mis obras, sobre todo, a las mujeres”, dijo.
A los 21 años se trasladó con su familia a San José, luego de estudiar en el Liceo José Martí, y en 1981 contrajo matrimonio con Olman Chan Figueroa y de esa unión nacieron sus dos hijas.
-¿Por qué la inspiran tanto las flores?
Bueno, yo he pintado de todo, me he inspirado en los paisajes, las frutas, las verduras. Pero, lo que más me gusta son las flores.
Cuando yo tomo el pincel y es una flor, inmediatamente siento algo como en mi interior que fluye y puedo plasmar hasta su perfume para que lo gente lo perciba.
Pintar me da mucha paz y me siento realmente identificada y es que las flores tienen todos los colores, aunque hay que escoger la paleta para darle mucha armonía.
¿Cuánto puedo durar en una obra?
No tengo un tiempo fijo, puedo durar mucho o poco, depende del tamaño y de la inspiración.
Muchas veces uno logra sacar sentimientos en las obras, a mí me gusta demasiado el óleo y la técnica acrílica, pintar le permite a uno sacar sus frustraciones, entusiasmo y felicidad. Depende del estado de ánimo puedo durar de un mes a una hora.
¿Considera que heredó el don y el amor por el arte?
Todos los seres humanos tenemos ese don nada más es jugar con los colores, las formas, yo hasta la ropa que uso es colorida. No me gustan las cosas tan formales, me gusta crear y disfrutar el momento.
La originalidad es lo más preciado en el arte y en la vida en general. Yo crecí viendo a mi papá dibujando, pintando, soñando y eso influye pero no es todo. Dios nos creó con dones y hay que descubrirlos y si se puede desarrollarlos.
Rosalina ha compartido exposiciones con su papá, pero también con otras artistas reconocidas como Margarita Con Wong, Mónica Lizano, Fernando Goldoni, Bolívar González, Vanessa Vaglio y Julio César Valverde.
También individuales en centros comerciales, ferias de arte, colectivos de óleos y acuarelas.
